50 años pasaron desde su llegada a la ciudad de Quimili, lugar elegido para ayudar a los más necesitados, la congregación en su llegada estaba compuesta por cinco religiosas quienes arribaron con su humildad, alegría y entusiasmo de crear su primera casa en nuestro país, la diócesis de Añatuya que representaba Monseñor Jorge Gottau fue quien guió sus paso hasta nuestra ciudad.
Las hermanas María Petra, María de África, Margarita, Catalina y Annunciata, comenzaron con la construcción de lo que sería su hogar, que con el pasar del tiempo se convirtió en un espacio físico donde la gente que no tenía donde vivir o hospedarse encontraba comida y abrigo, además de la palabra de dios.
Caminado los barrios de nuestro querido Quimili, o en bicicleta como se recuerda se las podía ver enseñando a la palabra de dios a los más pobres trabajo incansable que llevaron adelante acompañando a los más débiles y enfermos, acercándoles alimentos, medicamentos y abrigos.
El ideal de su fundadora Santa Ángela de la Cruz:” hacerse pobre con los pobres para llevarlos a Cristo» fue realidad en Quimili hoy 50 años después el trabajo continua de forma ininterrumpida por el bien de los más humildes y necesitados, nuestro homenaje a tan noble tarea en bien de los más pobres y enfermos. Fuente: Diario Quimili
Me parece estar viéndolas llegar a esas voluntarias religiosas con sus vestimentas de invierno .Fueron mis vecinas durante algunos años . Guardo un gran recuerdo de ellas..GRACIELA